Crecientes Desigualdades en el Tratamiento de la Diabetes a Nivel Global
Un estudio reciente revela que las desigualdades globales en el tratamiento de la diabetes están aumentando, especialmente en países de ingresos bajos y medios, donde el número de adultos con diabetes está en constante crecimiento. Según Majid Ezzati, del Imperial College de Londres, «esto es preocupante, ya que las personas con diabetes tienden a ser más jóvenes en estos países y, sin un tratamiento adecuado, enfrentan riesgos de complicaciones graves, como amputaciones, enfermedades cardíacas, daño renal y pérdida de visión, e incluso muerte prematura».
El análisis, publicado en The Lancet en el marco del Día Mundial de la Diabetes, no distingue entre diabetes tipo 1 y tipo 2 en adultos, aunque se sugiere que la mayoría de los casos son de tipo 2. Un factor clave en el aumento de la diabetes tipo 2 es la obesidad y la mala alimentación.
La investigación, llevada a cabo por la red ‘NCD Risk Factor Collaboration’ en colaboración con la Organización Mundial de la Salud, analizó datos de más de 140 millones de personas mayores de 18 años, provenientes de alrededor de 1,000 estudios.
En 2022, se estimó que 828 millones de adultos viven con diabetes en todo el mundo, un aumento de más de cuatro veces desde 1990. Más de la mitad (59%) de estas personas no recibieron tratamiento. Las tasas de diabetes se duplicaron entre 1990 y 2022, pasando del 6.8% al 14.3% en hombres y del 6.9% al 13.9% en mujeres. Los mayores incrementos se observaron en países de ingresos bajos y medios, como Pakistán, donde la tasa de diabetes entre mujeres aumentó del 9% en 1990 al 30.9% en 2022.
En contraste, en países de ingresos más altos, como Japón y algunos de Europa occidental, no se registraron cambios significativos o incluso se observó una ligera disminución en las tasas de diabetes.
Tres de cada cinco adultos de 30 años o más con diabetes (445 millones) no recibieron medicación en 2022, un aumento de tres veces y media respecto a 1990. Sin embargo, algunos países han mejorado significativamente sus tasas de tratamiento. Por ejemplo, en Bélgica, el 86% de las mujeres y el 77% de los hombres recibieron medicación. En España, las cifras fueron del 72% para mujeres y del 68% para hombres.