La salud cardiovascular se ha convertido en una preocupación central en nuestras vidas. Con el ritmo acelerado de la vida moderna, muchos hábitos contribuyen a la hipertensión, uno de los principales factores de riesgo para el corazón. Mantener controlados los niveles de presión arterial es fundamental. Afortunadamente, existen cuatro bebidas naturales a base de vegetales y frutas, ideales para el verano, que son refrescantes y deliciosas, además de tener un impacto positivo en la salud cardiovascular.
La hipertensión, conocida como el “asesino silencioso”, afecta a aproximadamente 1.300 millones de personas en el mundo, según la Organización Mundial de la Salud (OMS). Aproximadamente cuatro de cada cinco personas con esta enfermedad no reciben un tratamiento adecuado, lo que aumenta significativamente el riesgo de sufrir enfermedades del corazón, accidentes cerebrovasculares e incluso insuficiencia renal.
Para mantener la presión arterial dentro de un rango saludable y mejorar la calidad de vida, es necesario adoptar un enfoque integral que incluya actividad física regular, una dieta equilibrada, manejo del estrés y mantener un peso saludable. Reducir el consumo de sal, dejar de fumar y limitar el consumo de alcohol son medidas fundamentales para cuidar la salud del corazón de manera natural.
Las remolachas, con su característico color rojo profundo, son ricas en vitaminas, minerales y compuestos vegetales que promueven la salud. Un estudio iraní demostró que el jugo de remolacha, tanto cruda como cocida, mejora los niveles de presión arterial, siendo el jugo crudo el que tiene un mayor impacto. Las remolachas son ricas en nitratos dietéticos, compuestos que el cuerpo convierte en óxido nítrico, un potente vasodilatador.
Cómo prepararlo para el verano:
Pela y corta una remolacha grande. Licúa con el jugo de medio limón, una taza de agua fría y unos cubos de hielo. Agrega una pizca de jengibre para un toque refrescante.
El jugo de tomate ha ganado atención por sus beneficios para la salud cardiovascular. Un estudio japonés indicó que beber una taza de jugo de tomate al día ayudó a reducir la presión arterial sistólica y diastólica, así como los niveles de colesterol LDL, el “colesterol malo”.
Cómo prepararlo para el verano:
Utiliza tomates frescos y maduros. Licúa dos tomates grandes pelados con una hoja de albahaca fresca y hielo. Para un toque extra de sabor, agrega un chorrito de jugo de limón.
Las granadas son conocidas por sus propiedades nutricionales, y su jugo puede tener un impacto positivo en la salud del corazón. Un metaanálisis confirmó que el consumo de jugo de granada puede reducir significativamente la presión arterial sistólica y diastólica, gracias a sus efectos antiinflamatorios y antioxidantes.
Cómo prepararlo para el verano:
Extrae el jugo de una granada, mézclalo con media taza de agua con gas y agrega hielo. Puedes añadir unas hojas de menta fresca para potenciar el sabor.
Los arándanos se destacan por sus propiedades antioxidantes. Según una revisión de la Universidad de Northumbria, el jugo de arándano puede ayudar a reducir la presión arterial y el colesterol LDL, mejorando así la salud cardiovascular.
Cómo prepararlo para el verano:
Licúa una taza de arándanos frescos con media taza de agua fría, hielo y una cucharada de miel. Agrega unas rodajas de lima para darle un toque cítrico.