El trono tambalea y los responsables son los Raptors de Toronto. Con un juego agresivo y aprovechando las ausencias del rival derrotaron la noche del miércoles a Golden State en su casa (123-109) para colocar la serie 2-1 a su favor y de esta forma afrontar hoy el cuarto juego que podría comenzar a armar la fiesta en Canadá.
De no ser por los colores de los uniformes, se podría confundir el juego de Toronto con el de los Warriors. Transiciones rápidas, asfixiante defensa y sobre todo aprovechar los errores del contrario. Además, en el tercer choque la larga distancia funcionó de gran manera al anotar 17 tiros en 38 intentos.
Justamente uno de los especialistas en la materia despertó. Danny Green metió seis triples y Kyle Lowry otros cinco para liderar este departamento. Green se fue con 18 puntos y Lowry con 23.
Una de las virtudes del equipo saurio es su trabajo en equipo y prueba de ello fue que todo el quinteto abridor tuvo doble dígito en puntos. Kawhi Leonard fue el mejor con 30 unidades y siete rebotes.
La espectacular contienda que tuvo Stephen Curry fue en vano. Anotó 47 puntos -su máxima cantidad en playoffs- y 17 de ellos fueron en el primer cuarto, pero de nada sirvieron. Sin dudas extrañó a su Splash Brother, Klay Thompson.
El alero está disponible para el cuarto compromiso “a menos que pase algo de ahora hasta que comience el partido”, dijo el propio entrenador de los Warriors, Steve Kerr.
En el mismo sentido manifestó que Kevin Durant no está disponible para esta noche. Ni siquiera estuvo practicando con sus compañeros. A él se le suma la ausencia definitiva de Kevon Looney.
Si las cosas tienen la misma tónica del choque anterior, el Scotiabank Arena se preparará para la fiesta que será el quinto juego, pero, hay que recordar que en la acera del frente está el actual bicampeón de la liga y que no se le puede dar por muerto, menos en finales.