Un postre de origen español que se esparció por todo el mundo, el turrón siempre será una buena opción para dar un dulce bocado, en cualquiera de sus deliciosas versiones. En este caso, la tradicional receta pero con el toque del maní. Muy fácil y rápida de hacer, para saborear algo por las tardes.
Ingredientes
1 1/8 taza de azúcar
1 taza de agua
7/8 taza de miel
2 tazas de maní pelado al natural
3 huevos
Preparación
Lo primero a hacer es poner a tostar el maní. Colocarlo en una bandeja y llevarlo al horno a 110 °C (230 °F) por 20 minutos o hasta que doren. Darles vueltas para que no se quemen o se tuesten por un solo lado.
Sacarlos del horno y esperar que enfríen. Echarlos en la licuadora o en un procesador de alimentos y moler. Pueden quedar unos trozos de maní más grandes.
Aprovechar la misma bandeja y engrasar con un poco de aceite vegetal, reservar.
Separar las claras de las yemas de huevo y colocarlas en un bol resistente al calor. Batir a punto de nieve y apartar.
Verter el agua en una olla pequeña y añadir el azúcar y la miel. Llevar a fuego bajo y remover hasta que se obtenga un almíbar a punto de bola o hilo fuerte. Agregar lentamente a las claras de huevo, sin dejar de batir.
En un una olla en baño de María, poner el bol con el merengue e incorporar el maní tostado. Mezclar bien con una cuchara de madera e integrar todos los ingredientes.
Retirar del fuego y vaciar sobre la bandeja engrasada previamente. Colocar un papel film por encima y aplastar el preparado con las manos o con un rodillo de madera, hacerlo rápido porque se endurece. Retirar el film y dejar enfriar.
Una vez frío, se puede cortar el turrón de maní del tamaño de su preferencia, con la ayuda de un buen cuchillo. Lo ideal es conservarlo en papel celofán mientras lo consume.