En cuestiones de sexo y de pareja no hay nada escrito. Cada cual es un mundo, más si cabe en temas relacionados con el placer individual y el ocio íntimo. Sin embargo, hay consejos casi universales que nos ayudan a gozar de una vida sexual mucho más completa y placentera. Y una de las últimas prácticas de moda es la postura sexual de la bicicleta.

Esta posición es una de las que más facilita la estimulación femenina debido a que, además de permitir una penetración completa, estimula al mismo tiempo dos zonas altamente erógenas en el cuerpo de la mujer: el punto G y el clítoris. Algo que se traduce en orgasmos de mayor calidad y mucho más intensos.

¿Cómo se hace ‘la bicicleta’?

Para llevar a cabo la postura de la bicicleta, ella debe tumbarse bocarriba sobre una superficie de la cama o cualquier lugar que la permita situarse a la altura de la cadera de él. Después, él debe situarse delante de ella y poner sus pies sobre su pecho. A continuación, controlando el ángulo de flexión de sus rodillas, iniciará la penetración.

La actividad sexual debe ir de menos a más, y a medida que se va intensificando, situar los pies de ella directamente sobre los hombros de él, permitiendo que el acercamiento entre los cuerpos y el contacto entre ambos sea mayor.

Consejos para obtener más placer mediante esta postura sexual

Como decimos, esta postura sexual tiene el beneficio de que la introducción del pene estimula el clítoris y el punto G, las dos partes más importantes de los genitales femeninos de cara a alcanzar un orgasmo intenso. Pero los beneficios de llevarla a cabo no se detienen ahí.

Debido a que ambos se encuentran de frente el uno a otros, la visualización de ambos cuerpos supone un incentivo a la hora de aumentar la libido. Además, dada la cercanía que experimenta la pareja, da pie a todo tipo de caricias, besos y demás preliminares en plena actividad.