El próximo US Open, del 26 de agosto al 8 de septiembre, será el nuevo escenario de una lucha abierta entre los tres mejores jugadores de la historia del tenis, el suizo Roger Federer, el español Rafael Nadal y el serbio Novak Djokovic, por acabar sus carreras en la cúspide, con el arsenal más completo de títulos posibles del Grand Slam.
La quinta victoria de Djokovic en Wimbledon al vencer a Federer en la final más larga de las 133 ediciones de este torneo ha reabierto la refriega. Federer se mantiene en la punta con 20 Grand Slams, dos más que Nadal y cuatro de Djokovic, pero el suizo cumplirá en septiembre 38 años, mientras que Nadal, con 33 y Djokovic con 32, parecen tener algo más de recorrido.
Con el español aún sin comunicar en qué torneo reaparecerá tras ceder contra Federer en las semifinales del Alll England Club, Djokovic apuntó el domingo que se estaba acercando al dúo que aún le mantiene alejado de los puestos de cabeza.
«Parece que me estoy acercando, pero ellos también están ganando Slams», analizó Djokovic al recordar que Nadal acaba de ganar su duodécimo Roland Garros, y que Federer venció en el Abierto de Australia en 2018.
«Nos estamos complementando. Nos estamos haciendo crecer y evolucionar y seguimos en este juego», dijo el serbio para asegurar que gracias a Federer y a Nadal, él se mantiene en la lucha.
«Creo que esos dos tipos, probablemente sean una de las mayores razones por las que sigo compitiendo a este nivel. El hecho de que hayan hecho historia en este deporte me motiva también a mí, me inspira a intentar hacer lo que ellos han hecho, lo que han logrado, e incluso más», puntualizó ‘Nole’ que avisó que la edad, en su caso, no va ser una cuestión restrictiva.
El serbio ha sido además el que más se ha sincerado en este aspecto al comentar durante la segunda semana, de una forma directa, que ellos no juegan por divertirse.
«Tenemos altos objetivos todo el tiempo. No creo que ninguno de nosotros juegue para pasarlo bien, o simplemente por ser parte del circuito. Jugamos para ser el mejor del mundo. Creo que la competitividad entre nosotros ha subido durante los años, y nos ha traído ese nivel por el que estamos compitiendo aún», dijo tras vencer al francés Ugo Humbert.
«He perdido otra oportunidad de estar en la final de Wimbledon, por tanto no puedo estar ni muy orgulloso, ni muy satisfecho», añadió Rafael Nadal tras ceder con Federer en la penúltima ronda, una frase que delataba que también piensa en esa lucha.
Djokovic sale de Wimbledon con el cuarto título de Grand Slam después de cumplir los 30 años. Igual que Rod Laver, Ken Rosewall y Rafael Nadal. Federer ha logrado cuatro también desde que se convirtió en treintañero, aunque en su caso ha necesitado seis temporadas, desde Wimbledon 2012 hasta el Abierto de Australia 2018.
Federer, que ha participado en las tres finales más largas en la historia de Wimbledon, la del 2008 contra Nadal (cuatro horas y 48 minutos), al año siguiente contra el estadounidense Andy Roddick (cuatro horas y 16 minutos) y la de este año contra Djokovic (cuatro horas y 57 minutos), dijo que quizá la de este domingo pueda inspirar a más gente con su edad.
«Espero poder darle la fe a otra gente de que a los 37 no todo está acabado», le salió del alma, para enjugar su derrota después: «Soy muy fuerte en pasar página porque no quiero estar deprimido por lo que ha sido en realidad un grandísimo partido de tenis», dijo el suizo.
De aquí al cuarto grande de la temporada, Nadal defiende 1.000 puntos de su triunfo en Toronto el año pasado, Djokovic 1.180, sumados los octavos de ese torneo y su triunfo en Cincinnati, mientras que Federer afronta los 600 de la final de ese Masters 1.000.
Ya en Nueva York, el de Belgrado expondrá los 2.000 puntos ganados el pasado año, tras vencer al argentino Juan Martín del Potro en la final, Nadal 1.200 por las semifinales, y Federer tan solo 180 tras caer en octavos contra el australiano John Millman.