El doctor Oswaldo Carmona, urólogo, definió esta patología como “un tumor maligno que tiene la capacidad de dar metástasis”, es decir, invadir otras partes del cuerpo como los ganglios linfáticos y los huesos, lo cual ocurre cuando se desprenden las células tumorales.

En Venezuela, la incidencia de este tipo de neoplasia es de 4 a 6% nuevos casos anualmente, y la mortalidad registrada en 2016 fue de 2.940, según el último estudio sobre la situación del cáncer en el país, realizado por la Sociedad Anticancerosa de Venezuela (SAV), con el apoyo del Centro de Estadística y Matemática Aplicada de la Universidad Simón Bolívar (Cesma).

Carmona resaltó que uno de los mayores problemas de esta afección es que es asintomática en el 90% de los casos, razón por la cual muchos pacientes son diagnosticados cuando presentan una etapa avanzada de la enfermedad. De allí la importancia de la prevención precoz.

Señaló que la única manera en que los hombres pueden prevenirla o erradicarla antes de que haga metástasis, es visitando al urólogo a partir de los 40 años si tiene antecedentes familiares, o de los 45 si no los tiene. “El chequeo debe ser anual o bianual, dependiendo de los valores de antígeno prostático específico en la sangre”.

Por ello, se recomienda realizarse la prueba que determina la concentración de esta sustancia, que es frecuentemente elevada en hombres con cáncer de próstata, además del tacto rectal que permite detectar la presencia o no de nódulos, movilidad del órgano prostático, temperatura y dolor, explicó el médico.

Factores de riesgo

El doctor Oswaldo Carmona comentó que todavía no se conoce la causa específica de este tipo tumor, pero se ha demostrado que la herencia es un factor de riesgo importante, por lo que los hombres cuyos padres, hermanos o tíos han desarrollado cáncer tienen mayor predisposición que los que no tienen antecedentes familiares.

Agregó que la edad, la obesidad, el sedentarismo y el tabaquismo son otros factores desencadenantes, al igual que en los demás tipos de cánceres, por lo que además de los exámenes mencionados es necesario también cambiar los hábitos de vida que inciden en su aparición.

El urólogo afirmó que el tratamiento va a depender de la edad del paciente, la etapa en que se encuentre la enfermedad, y puede incluir una prostectomía radical (extirpación de toda la glándula prostática además de una porción del tejido que la rodea), en el caso de los jóvenes con cáncer localizado; así como braquiterapia (radiación interna) y otras terapias radiantes en pacientes mayores.