La sal es uno de los productos preferidos a la hora de condimentar las comidas, además es de existencia fija en la despensa. Según la Organización Mundial de la Salud (OMS), es la principal fuente alimentaria de sodio, pero su consumo en exceso puede ser dañino. En este post te contamos cómo sustituirla por otros productos naturales.
La OMS recomienda un consumo de menos de 5 gramos de sal al día, pero gran parte de la población duplica esta cantidad y llega a ingerir entre 9 y 12 gramos diarios de sal.
Reducir el consumo a lo recomendado contribuiría a mejorar la situación de salud de la población. Por ejemplo, en adultos tomar menos de 5 gramos de sal diarios ayuda a disminuir la tensión arterial y el riesgo de enfermedades cardiovasculares, así como infartos de miocardio.
¿Con qué puedes sustituir la sal?
Existen otros productos con los que podríamos saborizar nuestras comidas y evitar así el consumo excesivo de sal, algunos de ellos son:
El ajo en polvo, picado o asado es una alternativa a la sal, su sabor deja muy buen gusto a las comidas sin necesidad de usarla.
La cebolla es uno de los alimentos más utilizados en cocina y, aunque muy pocos lo saben, es una opción saludable como sustituto de la sal.
La salsa de soja es un sazonador que sustituye por completo la sal, con un pequeño chorro basta para darle un toque de sabor a los platos sin necesidad de utilizar sal.
Las hierbas aromáticas o especias contribuyen a darle otro toque a las comidas. El orégano es un buen sustituto en pastas y algunas carnes, mientras que el tomillo es perfecto para pescados, verduras y para vinagretas. El cilantro y el perejil son hierbas con olores mucho más frescos que dan un buen sabor a las comidas.
Existen más sustitutos para la sal en cocina, pero su sabor es mucho más personal y no es agradable o del gusto de todos los comensales. Entre ellos están la albahaca, el jengibre o el comino, productos más selectos para platos más específicos.