Estos bizcochos son al estilo de los panes que sirven en algunas franquicias de pollo, conocidos como biscuits por su nombre en inglés. Están hechos con queso cheddar, al mejor estilo norteamericano, y mucho ajo, como para espantar a una manada de vampiros.
Es una preparación fácil, sencilla y rápida, sin mayores complicaciones ni demasiados ingredientes. Solo hacen falta ganas y, por supuesto, ¡mucha hambre! Sirven como guarnición, merienda o tentempié.
Ingredientes
2 3/4 tazas de harina todo uso
1 cucharada de polvo de hornear
1/2 cucharadita de sal
1 taza de manteca
1/2 cucharadita de ajo en polvo
1 taza de suero de leche
1 taza de queso cheddar rallado
2 cucharadas de mantequilla, derretida
Preparación
Precalentar el horno a 210 °C. Mezclar la harina, el polvo de hornear, 1/2 cucharadita de ajo en polvo y sal. Usando una licuadora de pastelería o 2 tenedores ablandar la manteca hasta que la mezcla sea manejable. Agregar el suero de leche y el queso cheddar, revolver con el tenedor hasta que la mezcla forme una masa suave.
Sacar porciones de ¼ de taza aproximadamente y colocarlas en la bandeja para hornear engrasada. Suavizar la mantequilla y barnizar las galletas por encima. Hornear de 10 a 12 minutos o hasta que estén doradas. Servir.