“El Grande”, así como le gusta ser llamado, ese que se enamoró del beisbol en 1941 cuando Venezuela quedó campeón en la Serie Mundial Amateur, ese es Jesús Alejandro Lezama.
El personaje, conocido como el padre de la fanaticada de los Leones del Caracas, llegó a la capital en el año 1936. El popular “Chivita”, se interesó por asistir a los partidos de pelota en el legendario estadio San Agustín y en el año de 1942 se convirtió en seguidor del naciente conjunto Cervecería Caracas, pues en sus filas militaban varios integrantes de la selección que había ganado el campeonato mundial de beisbol amateur en la capital cubana. Pero no fue sino hasta 1944 cuando oficialmente se hizo animador del entonces conjunto lupuloso.
Caraquista con 20 títulos. Probablemente sea el único fanático que ha visto al equipo melenudo titularse en sus 20 temporadas.
Conoció a las grandes joyas del equipo, importados, ha disfrutado de grandes hazañas, de la transición de un gran equipo y lo más grande de todo ha sido fiel a los melenudos. Tan inmensa ha sido su fidelidad que cuenta con su nieto (Pedro Córdova), quien declaró para el Diario Meridiano, que en un principio visitaba el estadio sin compañía alguna y que por nada dejaba de ir a uno de los encuentros.
“En sus primeros años se iba solo al estadio, luego de cumplir sus labores en el INOS. En un momento, mi abuelo cuenta que su madre estuvo hospitalizada durante la temporada y que él iba por unas horas a cuidarla, se marchaba al juego y regresaba. Para él era terrible dejar de ir al estadio”, aseguró su nieto.
“Chivita” tuvo 14 hijos y a todos les transmitió su amor por el beisbol. “En mi casa hemos sido democráticos, casi todos son caraquistas menos uno que es magallanero. Los que quieren al Caracas lo quieren igual que yo y se desviven por el equipo”, siempre cuenta Lezama.
Además su familia siempre lo apoyó cuando se trataba de la pelota. Su nieto comentó que su abuelo siempre dice que su temporada muerta y casi sin sentido es cuando culmina la pelota criolla. “Dicen que yo me enfermo de febrero a septiembre”, contó con una sonrisa. “En octubre cuando empieza el ‘Spring Training’ nuestro entonces me mejoro”, aseguró Chivita.
Jesús Alejandro, siente mucho agradecimiento con el equipo melenudo. Dice que ama al equipo desde su fundador Martín Tovar Lange hasta Cisneros pasando por todos, por Gonzalo (Morales), Pablo (Morales), la familia Prieto, Sr. (Ariel) Prat y por el actual presidente el Sr. (Luis) Ávila, para ellos siempre tendrá mucho respeto y agradecimiento porque se han portado muy bien él y el trato hacia su persona ha sido con mucha decencia y mucho cariño.
Los peloteros que más aprecia han sido sus compadres, como el los llama Antonio Armas y Baudilio Díaz. Sin embargo, Carrasquel es el número uno. “El Chico Carrasquel siempre ha sido su favorito, mi abuela que es al que recuerda con más respeto y cariño”, comentó su nieto.
Ha viajado junto al equipo a muchos destinos y si la salud lo permite, estará nuevamente en los graderíos del recinto ucevista para ver si en esa ocasión se da la ansiada corona 1 para los avileños. Por el momento, es propio desearle un cumpleaños feliz.