Un pequeño pueblo del norte de Suiza, cansado de afrontar quejas ante tribunales por supuestas molestias ante el sonido de los cencerros de las vacas o de los campanarios locales, ha aprobado una regulación que ya no considera éstos un ruido molesto y excluye cualquier denuncia civil relacionada.
Según informó hoy la agencia suiza ATS, esta normativa, pionera en Suiza, ha sido adoptada esta semana por la asamblea municipal de Bauma, en el cantón de Zúrich, donde de ahora en adelante estos sonidos no serán considerados ruido ni sus emisores estarán obligados a respetar las horas de descanso de la zona.
La nueva normativa se aprueba cuatro años después de que en la misma zona varios vecinos lanzaran una iniciativa legal contra un granjero, lo que entonces obligó a éste a quitar los cencerros de su ganado por la noche.
En Suiza, país amante de la paz y la tranquilidad, muchas localidades crean estrictas medidas para intentar reducir al mínimo los ruidos nocturnos o incluso en el domingo, por en muchos lugares están prohibidas por ley en esos días y horas actividades como poner la lavadora, sacar la basura o cortar el césped.