De todas las cosas que podemos hacer con una pareja, hay algunas que no debemos dejar pasar si tenemos la oportunidad. Hay para todos los gustos y para todos los niveles y vale la pena pensarse las que aún no hemos realizado. Y si ya pasaron por todas, también recibimos nuevas recomendaciones.
En un carro
Aunque puede no parecer nada cómodo, un automóvil puede llegar a ser muy excitante. Cuando la espera no da más y las ganas están a tope, el espacio pequeño le da un aire de intimidad increíble pues los sonidos se expanden y la cercanía que debe mantener la pareja durante todo el acto hace que todo se sienta mucho más.
En un baño
En una fiesta o un bar, el baño es el eterno cliché del sexo rápido. Nunca deja de ser excitante saberse encerrado en un lugar mientras todo está ocurriendo fuera. Quizás hace parte del morbo que sube la temperatura el hecho de saber que hay gente esperando o que pueden ser descubiertos. El baño es otro gran favorito por los espejos que suelen tener, que llevan la sensualidad a otro nivel (ver Ideas kinky para subirle la temperatura al sexo )
Al aire libre
No solo se conecta la pareja sino que los espacios naturales representan un cambio de escenario que le puede poner extra poder y emoción al encuentro. Playa, montaña o un simple techo abierto, la verdad es que la inmensidad de no sentirse encerrado ni limitado por un espacio hace que haya una sensación de libertad que vale la pena experimentar.
Bondage
Se habla de bondage cuando una pareja comparte una experiencia en la que uno de los dos es inmovilizado por el otro. El inmovilizado está a la merced del otro, su amo, quien puede experimentar y dar placer como se le ocurra. Detrás de ésta práctica está el concepto de la sumisión, de la dominación y la mente tiene mucho que ver con el placer. El bondage no tiene límites para su experimentación y puede ir desde una inocente atada de manos en el marco de la cama y una venda para los ojos hasta una verdadera faena sadomasoquista con ajuar especializado. Sea como sea, es algo para experimentar alguna vez en la vida y ver hasta donde nos dejamos llevar.
Trio
Aunque comúnmente se cree que es una fantasía cuasi exclusiva de los hombres, la verdad es que es una idea que se cruza por la cabeza de muchas mujeres también. La idea de incluir a alguien más es al tiempo atractiva como peligrosa y debe hacerse correctamente para que no termine en tragedia. Puede llegar a ser una experiencia que marca el hito en una relación o a superar los límites de confianza y comodidad con la pareja logrando una conexión sexual más fuerte, abierta y sólida, o no. A cada cual de decidir.
En Público
Y con esto nos referimos ante todo a la provocación llevada al límite. Una cena, una reunión, un cine pueden convertirse en momentos de excitación absoluta cuando entramos en una dinámica de seducción y provocación. Las palabras, el tacto discreto y el juego de seducción se convierten en la antesala de una experiencia llena de ganas y deseo represado.
Una buena sesión de dirty talk
Hablar, manifestarse y poner en palabras los deseos que nos envuelven es una de las mejores terapias que puede haber para un encuentro candente y muy muy satisfactorio. Esa comunicación verbal se transmite a lo físico y acelera los motores pues ciertamente no hay nada más rico que saber el efecto que estamos produciendo en nuestra pareja y ver su reacción cuando les decimos cosas que los excitan. Eso si, hay que hacerlo bien y para eso hay que tener en cuenta el Manual para hablar sucio en la cama
El famoso Make up Sex (sexo de reconciliación)
Después de una pelea o un disgusto, el acaloramiento y la rabia logran un efecto inexplicable que suele verse traducido en una pasión ciega. Cuando estamos peleando nos cargamos de energía y emociones (no necesariamente positivas) que necesitamos descargar de alguna manera y el sexo suele ser un gran desfogue. Este tipo de encuentros pueden venir cargados de nuevas cosas que pueden dejar a las parejas rendidas y muy agradablemente sorprendidas.
Sexo Virtual
La bendita o maldita tecnología. En este caso, la tecnología le ha abierto nuevas y poderosas puertas a la experimentación en pareja. El sexo virtual es una de esas puertas que puede “descargar” toneladas de provocación, placer y excitación. Hay de donde escoger: sexting, skype, correos eróticos… en fin. Lo cierto es que mantener una sesión de este tipo de encuentros es sumamente placentero así no haya contacto directo y puede aumentar la confianza y plenitud sexual de la pareja. (ver: Parejas que practican sexting tienen mejor sexo )
Voyeurismo
A muchos les encanta mirar para animarse. He ahí la base del porno y de todo tipo de fantasías que pueden ser compartidas en pareja. Se puede empezar por ver juntos algún tipo de material excitante y si la cosa gusta se puede pensar en llevarlo más lejos y explorar otro tipo de ocpiones que pueden ir hasta el swinging o cambio de parejas.