La activista colombiana Mayerlín Vergara Pérez, de la Fundación Renacer, es la galardonada este año con el Premio Nansen, la máxima distinción de la Agencia de Naciones Unidas para los Refugiados (ACNUR), que reconoce así su compromiso en la lucha contra la explotación sexual infantil.
Vergara, también conocida como «Maye», ha trabajado más de dos décadas en el rescate de niños víctimas de redes de tráfico y explotación sexual, muchos de ellos refugiados, resaltó ACNUR en un comunicado.
Destacó que la también educadora coordina desde Cartagena de Indias la actividad en la costa caribeña de una fundación que, en sus 32 años de existencia, ha asistido a más de 22.000 adolescentes y niños supervivientes de la prostitución y otros tipos de violencia sexual y de género.
«Personas como ‘Maye’ muestran lo mejor del ser humano. Su valentía y su altruismo a la hora de rescatar y proteger a algunos de los niños más vulnerables del planeta son simplemente heroicos», dijo al anunciarse el premio el alto comisionado de ACNUR, Filippo Grandi.
Según Grandi, «con su dedicación ha salvado las vidas de cientos de niños refugiados y les ha devuelto la esperanza en un mundo mejor».
En la nota, la galardonada recordó que la explotación sexual tiene un enorme impacto emocional, psicológico y social en los menores.
«Nos encontramos con niñas que piensan que sus cuerpos, tan maltratados y objeto de abusos, ya no les pertenecen», denunció.
ACNUR subrayó que «Maye» en ocasiones ha arriesgado su vida durante su misión, la cual a menudo implica recorrer a pie remotas comunidades del noreste colombiano donde operan traficantes de personas.
Esta agencia, con sede en Ginebra, señaló que la labor de Vergara fue clave para que Colombia aprobara en 2009 dos leyes que supusieron un gran paso adelante en la lucha contra el tráfico infantil.
La primera de ellas imponía penas mínimas de catorce años de prisión para los condenados por este tipo de delitos, mientras la segunda castigaba también a los propietarios de establecimientos donde se cometieran.
La situación de los refugiados en Colombia, niños y adultos, se ha deteriorado en los últimos años, con la llegada desde 2015 de alrededor de 1,7 millones de personas de la vecina Venezuela, algunas de ellas en situaciones desesperadas que las convierten a menudo en presas fáciles de las redes de tráfico.
De acuerdo con datos de las autoridades colombianas, las víctimas de estas redes han aumentado un 23 por ciento en el último lustro.
El galardón anual de ACNUR, otorgado por primera vez en 1954, toma su nombre del explorador noruego y pionero en la lucha por los derechos de los refugiados Fridtjof Nansen (1861-1930).
En años recientes lo han conseguido, entre otros, el equipo de voluntarios que en Grecia ayudó a atender la crisis de refugiados de 2016 o la organización colombiana Mariposas de Alas Nuevas, por su asistencia a las mujeres desplazadas.