Esta tendencia ha sido denominada en inglés SafeSight Eye Jewelry, consiste en realizar cortadas profundas en la piel para dejar una marca; el procedimiento se basa en hacer una incisión en la membrana transparente externa, para después insertar una delgada pieza de joyería.

La polémica idea se le ocurrió hace algunos años al director del centro holandés Gerrit R. J. Melles, mientras desarrollaba dispositivos implantables para tratar el glaucoma (conjunto de afecciones oculares que pueden provocar la ceguera).

«En nuestra sociedad, la gente quiere llevar todo tipo de cosas en su cuerpo, como los piercings, y el ojo es el órgano más íntimamente involucrado en las relaciones sociales. Pero no había ningún implante para ellos, y pensamos que podría estar bien si pudiéramos fabricar algo seguro y sin riesgos», dijo Gerrit.

El tema volvió a ser polémica hace algunos días cuando el cirujano de Nueva York, Emil Chynn, presentó su primera operación de este tipo a la cadena de televisión FOX, donde insertó un corazón de platino que mide 3.5 mm a una joven de origen ruso.