Elena Struthers-Gardner, de 60 años, falleció al caer sobre una pajita metálica ecológica, que le perforó el ojo y llegó hasta el cerebro. El fatídico suceso tuvo lugar en el condado inglés de Dorset (Reino Unido) a finales del año pasado pero se dio a conocer solo esta semana, informa Metro.
La mujer, que era jinete de carreras, había sufrido en su juventud un accidente al caerse de un caballo, el cual le lesionó su columna. Esto le provocaba en ocasiones fuertes dolores y era propensa a colapsar. El día de la tragedia Elena estaba bebiendo de un envase de cristal con tapa que mantenía fija la pajita de unos 25 centímetros de largo. Accidentalmente, esta le perforó su ojo izquierdo alcanzándole el cerebro.
La esposa de la difunta encontró al entrar en la cocina a Elena tendida en el suelo y haciendo sonidos extraños. Al percatarse de que la pajita estaba incrustada en su cabeza llamó de inmediato a emergencias. «Deslicé el vaso hacia fuera y le di la vuelta» siguiendo las instrucciones de los socorristas por teléfono, relató la mujer.
El personal médico del hospital aseguró que «nunca habían visto una lesión como esa». Los médicos lograron mantener a Elena respirando con un soporte vital, pero a petición de los familiares le fue retirado al día siguiente.
La mujer había desarrollado una dependencia al alcohol meses antes de su muerte. Sin embargo los forenses que investigaron el caso descartaron el consumo de alcohol como causa de la caída que le ocasionó el fallecimiento y creen que fue un accidente.
«Me parece que estas pajitas de metal no deben usarse con ningún tipo de tapa que las mantenga fijas. Parece que el principal problema aquí es que, si la tapa no hubiera estado en su lugar, la pajita se habría movido», explicó el forense Brendan Allen para advertir sobre los peligros del uso de estos objetos.