Las fantasías sexuales son elaboraciones de nuestra imaginación con contenidos eróticos que pueden ser controlados. Todo lo que allí ocurre está bajo nuestro dominio, y se puede ejercer en ella el rol con el que ese momento te sientas más sexy: activx, pasivx, ingenux, exhibicionista, voyeurista, etc.
Las fantasías sexuales ayudan a mejorar la autoestima y el atractivo personal. Activan el deseo e incrementan el interés por la sexualidad, contribuyen a aumentar el placer durante el sexo real, si se usan en ese momento, disminuyen el estrés y potencian la capacidad orgásmica.
Pero, ¿qué pasa con esas mujeres y hombres que por diferentes motivos tienen adormecido este interesante recurso para disfrutar más de la sexualidad? Es muy común que por rutina y las obligaciones se deje de fantasear, se le reste importancia y no se le dedique tiempo a disfrutar de la imaginación. En esos casos, puede ser de ayuda buscar en la memoria recuerdos agradables del pasado y experiencias sexuales positivas, o acudir a fuentes prefabricadas: literatura erótica, películas, etc. Puedes enriquecer las fantasías con detalles, personajes, historias en fin. Incluir elementos que sean excitantes para cada quien y usarlos en el momento que se necesite.
¿Disfrutarlas en solitario o con la pareja?
Compartir una fantasía sexual es una decisión personal y no tiene que ser revelada si no se desea, pues quizá la persona que reciba el mensaje pueda estar muy receptiva o, en otro escenario, no entienda su contenido y lo critique. Una vez que se revela la fantasía, no hay control en la reacción de la otra persona.
Compartir una fantasía sexual con la pareja no significa que deba cumplirse y si ese es el objetivo, hay que recordar que en la fantasía todo se puede manipular para el propio beneficio; la realidad es diferente y en ese caso debe haber reglas claras sobre lo que ocurrirá. Al momento de conversar sobre la fantasía, se requiere de comunicación asertiva, empatía y escucha activa.
Si se comparte una fantasía y la pareja es receptiva, es una forma de educarla para aumentar la creatividad erótica.