La ansiedad es la resultante de la necesidad exagerada de tener, saber o querer algo, es también hermana de la dependencia afectiva, es por eso que muchas veces hay personas que experimentan esa necesidad excesiva de controlar a su pareja.
En algunos casos no pasa por los celos, aunque hay personas que ligan su ansiedad a sus celos y la experiencia se torna más frustrante.
Esto mayormente se da en mujeres, que ya vienen siendo inseguras desde la infancia por algún evento o circunstancia que las llevó a desarrollar en ella una actitud de ansiedad y más cuando quieren controlar una situación.
Controlar a una persona es una situación de frustración
Aunque muchas veces la persona ansiosa no asume su condición sabe que su obrar no es el más recomendable, pues en el intento de controlar a su pareja, la relación experimenta un desgaste emocional que no le permite ser feliz y eso condiciona directamente su entorno.
Cuando tu pareja tiene ansiedad por controlar todo en la relación, el ambiente se vuelve tenso y eso hace que hasta se aíslen de sus amigos, familiares, todo el entorno más próximo.
Esto también conducirá a que la pareja experimente un cansancio en la relación, que llevará tarde o temprano a la ruptura de la misma. Cuando tienes o sientes esa ansiedad por controlar a tu pareja y no lo logras y experimentas esa sensación de descontrol por no conseguir lo que estás buscando, te frustras y eso no te permite avanzar como persona, te limita y muchas veces te deprime.
Ansiedad o dependencia afectiva
Es bueno que sepas diferenciar entre ansiedad por poseer y la dependencia afectiva, ambas van muy ligadas y ambas son malas compañeras. Todo lo que infunda miedo o temor en ti debe ser desechado, te llevará tiempo y costará trabajo moldear esas conductas adquiridas a causa de ellas, pero redundará en beneficio tanto para ti como para tu pareja.
Cuando padeces de dependencia afectiva sientes que no puedes vivir sin esa persona, sea esta tu cónyuge o pareja, en tu mente llevas registrado que todo tu mundo gira alrededor de esa persona y no concibes tu vida sin ella.
Todos tus planes, tus proyectos y deseos estan enfocados a ella o él y si por algún motivo las cosas no se dan como tú lo deseas entras en un estado de frustración que muchas veces te lleva a valerte del chantaje emocional solo por retener a esa persona a tu lado, eres un codependiente emocional, no funcionas si esa persona no está, esto te lleva a la ansiedad por controlar a tu pareja, optas por llevar el control, intentas agradarlo en todo, dejas de vivir tu vida por vivir la de esa persona. Eres una persona de apariencia fuerte, pero eres muy débil a la vez.
Toda esta situación te lleva a vivir estados de ansiedad continuo, vives controlando todos los movimientos de tu pareja, esto desencadena un estado de estrés impresionante, en síntesis, tu cuerpo ha enfermado y tú tal vez no te has dado cuenta.
La ansiedad no es buena compañera
Este trastorno se ha diagnosticado en la sociedad como un problema cada vez más frecuente, aunque esto se refleje en casi todas las áreas de la vida, ha tomado mayor preponderancia en la relación de pareja.
Es muy significativo el daño que causa en las parejas un estado de ansiedad, más aún cuando sientes ansiedad por controlar a tu pareja, esto, aunque parezca broma sucede, ahora con más frecuencia y aunque en otros tiempos se daba más en mujeres, podemos decir que hoy por hoy existen hombres que experimentan la ansiedad por controlar a sus parejas.
No pasa ni por lo celos, ni desconfianza, sino por un sentimiento simple de ansiedad de querer saberlo todo. Muchas relaciones han terminado en ruptura a causa de este trastorno.
La ansiedad por controlar a la pareja tiene consecuencias
La más dramática consecuencia es la ruptura de la relación, nadie soporta vivir siendo controlado todo el tiempo, más aún cuando no dan motivos.
La persona que sufre de ansiedad por controlar a su pareja no necesita de un motivo en específico para controlar, lo hace y vivencia y punto, es una compulsion. No existe tampoco un parámetro que tenga en cuenta cuando la ansiedad aparece, y esto se mantiene latente, no desaparece, siempre está.
Lo recomendable en estos casos siempre será recurrir a un profesional como pareja, conversar sobre la dificultad por la que están pasando siempre será la mejor opción para la solución.
Muchas veces este mal empieza sin uno darse cuenta y cuando lo descubrimos es a través de la destrucción que deja a su paso, la ansiedad aniquila nuestro estado de raciocinio, no entiende de razón, es como un modo automático que se enciende, funciona, hace mal y vuelve a reposo, entonces lo recomendable es aceptar la situación y buscar la salida o solución rápida a esto.
Otra consecuencia grave de la ansiedad por controlar a la pareja es el desgaste emocional que sufre la persona ansiosa y la pareja de esta, pues se ven envueltos en la desconfianza, uno que acusa y el otro que intenta defenderse, y cuando no existe motivos para esos controles que ejerce la pareja desgasta, eso afecta la relación, el amor, la confianza, y se disuelven todas las ganas de estar juntos.
Una consecuencia también a llevar en cuenta es la incomodad de la persona que se siente controlada, muchas veces le acreditan acciones que ni le pasó por la mente hacer, y cuidado con esto, pues mayormente esta situación sugestiona.
Lo recomendable es ayudar a la persona a liberarse de esa dura carga que lleva, pues la ansiedad no es ni buena compañía y menos buena consejera, entonces es mejor poder combatirla y ayudar a la pareja a sobrellevar la situación.
La relación de pareja también exige el respeto del uno por el otro, el cuidado y siempre el acompañamiento, todo esto se logra juntos, no que cada uno trabaje por su lado, la pareja es de dos, y la construcción en confianza depende de ambos, dejando de lado todo lo que pudiera traer la necesidad de la ansiedad por controlar a la pareja.
Finalmente, si al leer esta lista te has dado cuenta que hay uno de estos puntos con el cual identificas a tu pareja, cuidado! Es momento entonces de sentarse a pensar y evaluar la relación para ponerle un alto a dicha conducta antes de que se torne incontrolable y mas dañina. Recuerda, nunca es tarde para detener cualquier tendencia al control o a ser victima de este.
No es tarea sencilla pero con voluntad y paciencia se puede lograr aplacar el impulso de controlarlo todo!