Cuando se habla de infidelidad en definitiva los hombres se llevan el premio al Óscar, pues estos engañan a sus esposas con cierta facilidad que hasta sorprende.

En algunas ocasiones la infidelidad puede hacerse por aventurar o tener un noviazgo pasajero.

Lo difícil de una relación paralela a la legal, son los frutos que puedan quedar de ella.

Le ocultó a su esposa que tenía 13 hijos

En cuanto a esto, lo difícil sería responder a la siguiente pregunta, realmente ¿lo perdonarías por ocultar 13 hijos?

En este sentido, Mary Turner Thomson, de 53 años, le toco vivir una dura e increíble realidad con su esposo.

Con un matrimonio perfecto, Mary conoció a su pareja William Allen Jordan vía online en el año 2000.

De este modo, para ese momento ella ya tenía en sus brazos a un pequeño de nueve meses.

“Él era muy encantador. Cuando comenzamos a salir me pidió matrimonio a las dos semanas, le dije que no. Pero eventualmente nos comprometimos después de cuatro años de relación”, comentó.

¡El mentiroso del año!

Convencida en que su compañero de vida era de la CIA, Mary vivió engañada años creyendo que su esposo se iba de la casa a ‘‘misiones’’.

Luego de seis años de intenso amor, llamó a su teléfono la otra señora Jordan contándole que llevaba 16 años casada con él y tenían 5 hijos juntos.

“Nos reunimos en un café y hablamos durante 12 horas. Cuando se fue a las 6 de la mañana le escribí para decirle que no seguiría con él”, contó Turner.

Posteriormente, salió todo a la luz, en total Jordan tiene 13 hijos y 6 esposas en todo el mundo.

Todas sus esposas habían sido engañadas y ninguna sabía sobre la otra.

Pagó por sus charlatanerías

Gracias a esto, el charlatán estuvo en prisión por practicar la poligamia, posesión de armas y fraude.

Estuvo 2 años y medio en la cárcel pero cuando regresó a Estados Unidos engañó a otra mujer más, que también se enteró después de varios años de lo que su pareja hacía.

A consecuencia de los diferentes engaños de este hombre, Mary, tuvo que vender su casa, coche, seguro, todo, para pagar un supuesto soborno que el mismo planeó.

“Pensé que si no les dábamos el dinero, matarían a nuestros hijos”, dijo Mary.