Simón Rodríguez: Un Pionero de la Educación y el Pensamiento Americano
Simón Narciso de Jesús Carreño Rodríguez, conocido en su exilio como Samuel Robinson, nació en Caracas el 28 de octubre de 1769. Criado como un niño expósito bajo el cuidado del sacerdote Alejandro Carreño, se convirtió en una figura clave en la historia de Venezuela y América Latina.
Rodríguez fue tutor de Simón Bolívar y Andrés Bello, influyendo en sus pensamientos y acciones. En 1791, con solo 21 años, comenzó a enseñar en la Escuela de Lectura y Escritura para Niños, donde tuvo la oportunidad de formar a Bolívar. Su crítica a la educación de la época se plasmó en su escrito de 1794, donde proponía reformas educativas.
Su participación en la conspiración de Gual y España en 1797 lo llevó al exilio. Primero a Jamaica, donde adoptó el nombre de Samuel Robinsón, y luego a Francia, donde se reunió con Bolívar. Juntos, presenciaron la coronación de Napoleón Bonaparte en Milán y el juramento de Bolívar en el Monte Sacro.
Tras regresar a América en 1823, Rodríguez estableció escuelas-taller en Colombia y Bolivia, promoviendo una educación innovadora. Su trabajo «Sociedades Americanas» aboga por soluciones originales a los problemas de Hispanoamérica, destacando la necesidad de instituciones y gobiernos que reflejen la singularidad del continente.
Simón Rodríguez falleció en Amotape, Perú, el 28 de febrero de 1854. Sus restos fueron trasladados al Panteón Nacional de Caracas en 1954, consolidando su legado como un defensor de la educación y la creatividad en América Latina.
Simón Rodríguez sigue siendo un símbolo de la lucha por una educación inclusiva y original en América Latina, recordando que «La América española es original, originales han de ser sus instituciones y su gobierno».