Para nadie es un secreto los múltiples beneficios de la cafeína en su justa medida, pero cuando hablamos de belleza estos se multiplican.
En verdad tiene mucho que ver la forma en la que lo aplicas, dependiendo del tipo de resultado que deseas lograr. Así que sigue leyendo, te contamos algunas de las ventajas de usar el café en la belleza, en su versión densa y oleosa.
Tal como las mascarillas exfoliantes con cafeína, el aceite de café es increíble para tratar la celulitis, con la diferencia de que consigue penetrar un poco mejor entre las capas de la piel.
Su gran cantidad de antioxidantes y su cualidad de mejorar la circulación sanguínea, mejora por mucho la apariencia y calidad de la piel.
Gracias a su alta concentración de antioxidantes, vitamina E y ácidos grasos, protege la piel contra los radicales libres. Esto propicia la producción de colágeno, previniendo el envejecimiento prematuro y la piel opaca.
El café es un excelente descongestionante y desinflamante que ayuda de forma efectiva a mitigar las ojeras y las bolsas de los ojos. ¡No por nada la cafeína es el principal componente de múltiples productos antiojeras!
Bastará con aplicar una pequeña dosis de aceite de café para notar una diferencia rotunda.
La cafeína es un efectivo inhibido de la dihidrotestosterona (DHT) una hormona androgénica presente tanto en hombres y mujeres, que debilita el folículo piloso, incentivando la pérdida capilar.
Además, al incentivar la circulación sanguínea, también puede ayudar a retener la humectación, haciendo que te olvides del cabello seco y opaco.
Aunque, idóneamente, el aceite esencial de café se extrae de los frenos verdes o tostados a través de un proceso de destilación en frío, también es posible preparar una versión casera igual de efectiva.
No te preocupes, no es nada complicado. De hecho, preparar aceite de café es tan fácil como hacer un exfoliante.
Ingredientes
1 taza de aceite de oliva, coco o almendras 3/4 taza de café molido
Preparación (paso a paso)
En un frasco con tapa combina tu aceite predilecto y agrega el café finamente molido. Después, cierra el frasco y agítalo hasta que ambos ingredientes queden perfectamente mezclados.
Una vez que obtengas una fórmula homogénea, déjala reposar entre tres y cuatro semanas para que el aceite absorba por completo las propiedades del café.
Ya que hayan pasado las semanas, cuela la infusión para eliminar los grumos y almacena tu nuevo aceite de café en un lugar fresco.
Antes de aplicar cualquier tipo de ingrediente, especialmente en zonas delicadas como tu cara, recuerda que es importante revisar que realmente le venga bien a tu tipo de piel. Por otro lado, siempre recuerda consultar a un dermatólogo.