Ya sea por curiosidad o desconocimiento, en el hipotético caso de hallar una ballena muerta varada en alguna costa, lo primero que muchos hacen es acercarse al cetáceo, lo que es un error grave. ¡Descubre la razón!
Ver una balllena muerta es una imagen que nos llena de dolor, y el primer pensamiento que nos llega es ayudar, pero detente Culturizando.com nos explica porque no debemos acercarnos.
Por muy increíble que parezca una ballena de 25 metros (tamaño aproximado de una ballena azul hembra adulta) varada en la playa, acercarse solo te aproximará a problemas de higiene o salud.
Las ballenas muertas, entran en una etapa de descomposición, generando una gran cantidad de gases internos como el metano y otros más, que en exceso pueden causar la explosión inesperada del animal.
Esta explosión significa 150 toneladas de pedazos de ballena volando a 80 km/h cubriendo hasta a 70 metros a su alrededor, poniendo en peligro a cualquier persona que pueda ser golpeada por alguno de estos residuos.
Por esta razón, las autoridades y los especialistas hacen lo posible por ser los primeros en acudir al lugar y cerrar sus alrededores. Además, suelen abrir un orificio en el estómago de la ballena, para ayudar a que los gases salgan sin necesidad de causar una explosión.
Otra de las razones por las que no se recomienda acercarse a las ballenas muertas se debe al alto riesgo que propagarse enfermedades a las personas o animales alrededor.
Las heridas de las ballenas suelen estar infectadas con virus o bacterias capaces de reproducirse y enfermar el cuerpo humanos o animales domésticos como los perros, por lo que también es un riesgo sanitario.
El varamiento de las ballenas es algo común, aunque no en playas habitadas por humanos. Una de las razones se debe a la muerte de estas que luego son arrastradas por la corriente hasta la costa.
También puede deberse a la desorientación del animal, ya sea por estar herido a causa de un golpe o el ataque de otros animales, o por estar enfermas.
En varios casos, algunas ballenas han resultado varadas debido a que algún grupo de orcas rondan las zonas cercanas a donde están, por lo que al estar desesperadas por huir, terminan siendo arrastradas por la corriente hasta llegar a una costa.