¿Te lo estás planteando y tienes dudas? ¿Cómo decírselo a tu pareja? Un grupo de personas que ya lo han hecho relatan cómo son sus experiencias
Por más que pase el tiempo, los tríos siguen siendo una de las fantasías sexuales más comunes de hombres y mujeres, tanto si están en pareja como si no. La posibilidad de un «mènage a trois» forma parte de esas ensoñaciones húmedas más típicas que sin embargo, nunca llegan a materializarse. Según Justin Lehmiller, autor de ‘Dime lo que quieres’ y experto en todo tipo de relaciones, es la principal fantasía erótica, sobre todo para el género masculino (un 82% de los hombres afirman estar interesados frente al 31% de las mujeres, según un estudio reciente).
Aunque, como decíamos, no suele llevarse a cabo. Un 3% de las encuestadas por Lehmiller lo experimentaron al menos una vez. ¿Por qué es tan difícil conseguir que este deseo tan típico se convierta en realidad? Sophia Benoit, de la revista ‘GQ’, se ha puesto a investigar y a hablar con gente que ya lo ha probado. ¿Te atreverías?
Conocemos a alguien en un entorno amistoso y luego mi esposa le suele enviar un mensaje para ver si quiere hacer el amor con nosotros
«Antes de que me metiera dentro de esta realidad, era completamente ajena a ello», expresa Angela, una mujer de 42 años de Oklahoma. «Ahora que reconozco a las personas que también lo buscan, es fácil percibir la ‘vibra’ de alguien. En realidad, es muy sorprendente la cantidad de personas, especialmente las parejas, que hay en los bares esperando encontrar a un nuevo recluta».
Otros, como Louis, de 32 años, reconoce la dificultad de negociar un ‘menàge a trois’ con otros hombres gays. «Es como firmar la paz en Oriente Medio», asegura. «Los hombres homosexuales tienden a ser muy exigentes en la cama, y si dos personas están interesadas en agregar a una tercera, el proceso de verificación es exhaustivo». Algunos como Keith, de 32 años y casado, lo ve más fácil. «Por ejemplo, conocemos a alguien en un entorno amistoso y luego mi esposa le suele enviar un mensaje para ver si quieren hacerlo con nosotros. Es como una cita cualquiera, salimos a tomar algo o vamos directamente a casa».
Si eres esa clase de persona que no puede reírse de lo más ridículo mientras lo hacéis, esto no es para ti
¿Qué es lo que los hace tan deseados y deseables? Es difícil de explicar, pero muchos aseguran que la experiencia de forjar unos lazos de intimidad con una nueva persona. «Los tríos son excitantes dependiendo de las personas que lo lleven a cabo. Si el sexo con A es muy apasionado y el sexo con B también, entonces es lógico pensar que con los dos no será meramente excitante, sino ardiente», asegura Vonne, de 29 años.
«Me encanta ver a la gente manteniendo relaciones sexuales», reconoce Louis. Otros, como Ben, de 32 años, y también casado, los perciben no solo como una forma de aumentar el placer, sino también estrechar más aún la confianza con su pareja. «Me ha ayudado a saber cómo excitar mejor a mi esposa», afirma. «Hay momentos en los que está bien tomarse un descanso y ver a tu pareja hacerlo con alguien puede ser una maravilla. Mi pareja, por ejemplo, se sorprendió de la rapidez con la que llegó al orgasmo tan solo por verme con otro hombre», reconoce André, de 29 años.
Esto no va de hacer el amor, es puro sexo. Es lo mismo que recurrir a un juguete sexual
«Mi primer trío fue con mi mejor amigo», explica Margot, de tan solo 20 años. «Nos acercamos a otro chico en una fiesta y se lo ofrecimos». Así de simple. «Mi pareja y yo compartimos historias sobrer nuestras experiencias sexuales anteriores a nuestra relación, y de repente surgió el tema. Al poco tiempo, reconocimos que nos encantaría llegar a probarlo.
Una cuestión de límites
En relaciones así, es sumamente importante establecer barreras emocionales con la tercera persona. Así lo atestiguan las personas que ya lo han probado. «No besar ni abrazar a nadie más, básicamente no hacer nada de lo que consideramos íntimo», sentencia Angela, de 42 años. «Esto no va de hacer el amor, es puro sexo. Para mí, es lo mismo que recurrir a un juguete sexual. En ese momento, las otras personas allí involucradas son meros juguetes».
Ryan Scoats, profesor de la Universidad de Birmingham, se adentra en los tórridos misterios del «ménage à trois» para sacarnos de dudas
Los amigos en común, lo más lejos posible. «Generalmente nunca extraños ni amigos cercanos», sostiene Keith, de 32 años. «Deben ser solteros, no se trata de llevar una relación abierta, solo sexo. Estamos abiertos a todos los géneros y nos guiamos siempre por la química». Otros, como Nathaniel, de 40 años, están más influidos por la pornografía de lo que creen. «Me gusta ver a mi novia practicar sexo con otras mujeres. Normalmente yo no me involucro más allá del sexo oral, pero si mi pareja me lo pide y me siento capaz de hacerlo, lo haré».
Si crees que un trío es esto, mejor no lo hagas
Muchas personas creen que es una forma aceptada de engañar a tu pareja con otra persona o un simple condimento a tu vida sexual. Otros tantos, suponen que es sumamente complicado ponerse de acuerdo para que la experiencia resulte satisfactoria. «Creo que funciona de la misma forma que las parejas», observa Kate, de 26 años. «Si preguntas lo que les gusta, generáis confianza entre ambos y habláis del tema antes y después y todo fluye, seguramente sea muy divertido». «La mayoría de la gente piensa que solo los bisexuales están abiertos a los tríos», comenta Nathaniel. También hay confusión con el supuesto rol que se debe asumir durante el encuentro. Se trata de uno de los mitos más comunes que no tiene por qué ser cierto.
¿Qué es lo que hace que salga bien?
Lo más importante, si te lo planteas, es saber en todo momento por qué quieres hacerlo. «Asegúrate de verdad de que lo quieres realizar, no solo para contentar a tu pareja», afirma Margot. «Prepárate también para saber reírte de ti mismo. Si ya es complicada una relación a dos, con una tercera persona más aún». Es algo evidente. Así lo piensa Andre. «Practicar el sexo con varias personas a la vez no es solo matemáticamente difícil, sino que puede que no funcione. Debe haber una preparación previa. Lo mejor que puedes hacer es recordar esto: se puede fallar una y otra vez, pero en vez de lamentarte, tienes que aprender de los errores, sobre todo, reírte de ellos para quitarles importancia. Si eres el tipo de persona que no puede reírse de lo más insignificante durante el acto sexual, esto no es para ti».