Consumo de todo tipo de estupefacientes, sexo ‘non-stop’ durante 72 horas y fiesta, mucha fiesta. Este es el cóctel explosivo que está en alza en Europa y que se practica sobre todo entre hombres homosexuales de mediana edad, algo que triplica el riesgo de infección por VIH en este colectivo
Del inglés ‘chemical sex‘: sexo químico, una tendencia que ha dejado de ser minoritaria en Europa y que ha saltado desde Reino Unido al resto de países del continente.
Según datos de la Organización Mundial de la Salud, Europa se encuentra en una situación crítica debido al importante aumento de las relaciones sexuales entre hombres sin ningún tipo de protección, siendo el colectivo de los jóvenes el que más ha bajado la guardia
Droga inyectada e intercambio de jeringuillas
Para los que quieren mayor emoción, hay quienes recurren al ‘slamsex’ o ‘slamming’, que consiste en inyectarse sustancias como mefedrona para que el efecto de las drogas sea más potente y rápido. Este método provoca que en algunos casos exista un intercambio de jeringuillas mientras se practica sexo, lo que facilitaría la propagación del VIH.
A pesar de que este fenómeno sexual comenzó en Estados Unidos, el país británico se ha convertido en objeto de estudio, siendo España una de las regiones europeas con mayor incidencia del ‘chemsex’. 37% de los 511 varones gays infectados por VIH analizados lo han practicado alguna vez.
Sin percepción de peligro y sin uso de preservativo
El sexo entre hombres sigue siendo el modo más común de transmisión —acaparando el 42% de los nuevos casos—, sin embargo, la OMS destaca que es la zona este de Europa donde se han diagnosticado más casos, un tercio de ellos debido al consumo de drogas inyectables, poniendo el foco en grupos de riesgo como los homosexuales y los transgénero que practican sexo sin ninguna protección. También alerta de la incidencia de la prostitución y de la escasa educación sexual de los más jóvenes, que han perdido el miedo a una enfermedad que ya no ven como letal.