A finales de la década de los 40 apareció en la prensa española una fotografía de Sara Montiel y Liz Taylor con un apuesto señor entre ambas. Cuando a la actriz española le preguntaron por ese enigmático personaje, ésta respondió con su sorna habitual: “Es el señor que ha inventado los Globos de Oro”.
El hombre que las acompañaba en aquel acto organizado por la distribuidora Warner era Armando del Moral, el periodista español que, junto a otros corresponsales extranjeros, fundó la Asociación de la Prensa Extranjera de Hollywood en 1943 y un año más tarde participó en la creación de los premios Globos de Oro.
La anécdota la rememora su hermano Antonio del Moral en declaraciones a Efe con motivo del décimo aniversario de su muerte. Armando del Moral (Albacete, España, 1916 – Los Ángeles, EEUU, 2009) falleció un 21 de julio a los 93 años. A pesar de su bagaje profesional, su reconocimiento en España ha sido prácticamente nulo.
Su nieto Josep María Brunés del Moral, profesor de Relaciones Públicas en la Universidad Pompeu Fabra de Barcelona, recuerda que su abuelo figura en la Asociación con el carné de prensa número 9 y que durante cuatro años fue uno de sus vicepresidentes y uno de los motores en la fundación de los Globos de Oro.
Se sabe, por alguno de los artículos escritos que dejó el propio Del Moral, que uno de los objetivos de crear la Asociación de Corresponsales Extranjeros en Hollywood era acabar con la discriminación que éstos sufrían frente a los periodistas de los medios nacionales o locales. La instauración de los premios iba a ser la catapulta de lanzamiento, y reconocimiento, de la Asociación.
De todas formas, no fueron unos inicios fáciles. Las primeras ediciones no suscitaban ese interés y esa atracción que acaparan en la actualidad.
«En los primeros años no había tanto protocolo ni boato como hay ahora, y tampoco tantos medios”, cuenta el único hermano con vida de Armando, también nonagenario y que en la actualidad sigue residiendo en su Albacete natal.
«Como mi hermano ya dominaba el medio televisivo con soltura y se desenvolvía con desparpajo y frescura sobre el escenario, hizo de presentador en algunas fases de las primeras galas y también entregó alguno de los premios en esas primeras ceremonias”, añade Antonio del Moral.
Si alguien se pregunta cómo recaló en Los Ángeles, la meca del cine mundial, él mismo lo explica en un artículo publicado en la prensa de Albacete: huía de la España franquista que derivó de la Guerra Civil. Aunque su historia es mucho más compleja.
Nacido el 15 de junio de 1916 en Albacete (Oeste), siendo un adolescente y por razones familiares, Armando del Moral se trasladó a la Barcelona industrial de los años treinta. Allí pronto empieza a cumplir su sueño de niño, ser periodista, primero, en periódicos estudiantiles y de orientación social catalanes, y ya con 18 años, en Solidaridad Obrera.
Elegido en 1938 presidente de la Alianza de la Juventud Antifascista de Cataluña, ya había tomado parte activa en el bando republicano nada más iniciarse la Guerra Civil. Por eso, recién estrenado 1939 y derrotado el ejército republicano en Barcelona, decidió cruzar, junto a su hermano mayor Enrique, la frontera a Francia donde permaneció varios meses en el campo de concentración de Argèles-sur-Mer.
En abril de 1939, consumada la derrota de la República, decidió viajar a México solo, porque su hermano Enrique ya nunca más se movió de Francia.
Antes de ser reportero, redactor, editorialista y jefe de redacción del diario El Mexicano, estuvo trabajando como repartidor de periódicos. En 1942 escribió una serie sobre los «braceros» de México que el entonces presidente Miguel Alemán dictaminó que fuera de obligada lectura en centros públicos de enseñanza.
Después de casi cinco años de residencia en el país centroamericano, en 1943 viajó a Estados Unidos y fijó su residencia en Los Ángeles, donde permaneció hasta el día de su muerte y fue nombrado Hijo Adoptivo en 1983.
En Los Ángeles fundó, en 1947, la publicación Gráfica, considerada la primera revista en español en Estados Unidos. Su relación con el mundo del cine traspasó la meramente periodística: fue director técnico en «Pepe» (1960) de George Sidney, protagonizada por Cantinflas o en «Pocketful of miracles» (1961), la última película de Frank Capra, protagonizada por Glenn Ford.
También asesoró a John Sturges en la producción de «The magnificent seven» (1960) y dirigió al mismísimo Alfred Hitchcock en varios cortos y cuñas promocionales de la película «Psycho» (1960).
Finalista a los Premios Príncipe de Asturias de la Comunicación y Humanidades en 2008, un año antes de su muerte, para la mayoría Armando del Moral es hoy prácticamente un desconocido. Pero los Globos de Oro, ese gran escaparate cinematográfico global, le deben mucho.