El adolescente, llamado Niko Pato, distribuyó el anuncio por buzones de la localidad gallega de Ortoño. El joven se ofrece a «hacer distintas actividades», como limpiar hojas («ya que estamos en otoño», apostilla), pasear perros (a 2,8 dólares por 30 minutos), «resolver dudas de clase», «limpiar cristales» o «ayudar con trabajos» de jardinería y otros: «Cualquier cosa que se os ocurra, todo sería hablarlo».

Uno de los vecinos de la población, Manuel Cheda, compartió una fotografía del anuncio en Facebook, haciendo que la oferta laboral se viralizara. En los comentarios a la publicación se produjo una unanimidad entre los usuarios: el estudiante merecía ir a ese viaje.

«Es sorprendente el amplio eco que pueden tener las redes sociales, aunque esta iniciativa también sirve para demostrar que hay buena gente», afirmó al medio Juan Pato, el padre del chico.

Según relató, en las últimas horas muchas personas llamaron al número de teléfono indicado en el anuncio ofreciendo transferir dinero al estudiante, pero, aclaró el progenitor, todas estas propuestas fueron rechazadas. Las llamadas llegaron hasta desde Uruguay.

El padre confesó que al principio estaba en contra de la iniciativa de su hijo, ya que temía que le quitara tiempo para los estudios, pero después valoró que podría tratarse de una experiencia útil que enseñara a su hijo a «saber que con su trabajo y empeño puede lograr algo».